Quien me diría que este mes de hace un año celebraríamos tu ultimo cumpleaños, aunque tu ese día no estabas para muchas celebraciones, ya no estabas bien. Intente animarte sin conseguirlo, me decías lo mal que lo estabas pasando por el trabajo que estabas dando en casa, te sentías impotente y cansado de tanta lucha, que no podías hacer nada por ti mismo y esto te hundía, yo intentaba convencerte de que eso era lo de menos, lo importante era que cogieras fuerzas y ya irías haciendo cosas poco a poco, a la vez que te comprendía perfectamente, por cuando me dan a mi esos brotes que hacen que dependa de los demás, para lo mas básico de la vida. Tengo grabada tu triste mirada perdida entre tus pensamientos, me recordabas tanto a Mamá y Papá, ellos tenían esa misma mirada. Me duele pensar en esos momentos porque de alguna manera veía venir lo que no quería que pasara. Te agarrabas a la vida con las pocas fuerzas que te quedaban. Fuiste siempre un luchador, en algún momento volviste a tu infancia con Nacito, nuestro hermano del que la vida te separo de la forma mas cruel, con aquel horrible atropello del que fuisteis victimas, sabemos lo que sufriste porque estabais muy unidos y erais solo unos niños, el con nueve años y tu con diez, fuiste durante mucho tiempo un niño triste y reservado, en aquellos momentos no había psicólogos para estas situaciones, pero luchaste siguiendo adelante con tan terrible trauma, no fue fácil pero lo conseguiste.
Han pasado nueve meses desde que te fuiste, el único consuelo es que ya no sufres, pero es difícil tu ausencia. Quiero pensar que ahora estáis los cuatro juntos en la mas bonita de las estrellas, Papa, Mama, Nacito y Tu, no quiero pensar en otra cosa, porque aunque la vida es muy bonita tiene estos duros momentos difíciles de asimilar. Te quiero hermano y estarás siempre en mi corazón.
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